¿Quieres tener lo que Josue tiene?
Bien, Entonces Bienvenido al club!
Declarar “yo Soy Segundo” no es algo natural, tampoco lo es creer en alguien a quien no puedes ver físicamente. Permítenos explicarte.
Vivir SegundoJosue Padilla pensó que el abuso lo contaminaba.
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El Abuso que sufrió no fue culpa suya, pero seguía sintiendo una gran vergüenza por ello.
Josué Padilla creció como hijo de pastor en Guatemala. Su hogar era un refugio, un lugar seguro, una casa donde la gente venía a buscar consejo y sabiduría de su padre, el pastor. Pero todo cambió cuando un amigo de la familia vino de visita; sus padres conocían a esta persona y confiaban en ella, pero esa confianza pronto fue violada.
Lo que siguió fue un encuentro sexual que asustó a Josué durante años. Pensó que era culpa suya. Pensó que Dios nunca podría utilizar a alguien manchado por recuerdos tan terribles. Pensó que nunca escaparía del dolor de su pasado y del recuerdo de su tormento.
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The abuse he endured was not his fault, but he still carried a great amount of shame because of it.
Josué Padilla grew up a pastor’s kid in Guatemala. His home was a haven, a safe place, a house where people came to find counseling and wisdom from his dad, the pastor. But this all changed when a family friend came to visit. His parents knew and trusted this person. But that trust was soon violated.
What followed was a sexual encounter that scared Josué for years. He thought it was his fault. He thought God could never use someone tainted by such terrible memories. He thought he would never escape the pain of his past and the memory of his torment.
Bien, Entonces Bienvenido al club!
Declarar “yo Soy Segundo” no es algo natural, tampoco lo es creer en alguien a quien no puedes ver físicamente. Permítenos explicarte.
Vivir Segundo