¿Quieres tener lo que Annie tiene?
Bien, Entonces Bienvenido al club!
Declarar “yo Soy Segundo” no es algo natural, tampoco lo es creer en alguien a quien no puedes ver físicamente. Permítenos explicarte.
Vivir SegundoAnnie Lobert escapa el tráfico de sexo
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“Sabía que todo había acabado. Vi a mi familia. Vi mi funeral, yo estaba en el ataúd…y decían: ‘Era solamente una prostituta'”.
Al sentirse despreciada por su padre y usada por su novio, Annie Lobert anhelaba internamente tener poder para vengarse de los hombres. Esto invalidó toda precaución en su vida y dentro de poco tiempo vendía su cuerpo para ganar el dinero que pensaba era la respuesta para una vida mejor.
Era mentira. El dinero a cambio terminó en manos de su violento proxeneta y durante muchos años su mundo se convirtió en un infierno lleno de prostitución, cáncer, adicción a las drogas, y sin futuro. Sin embargo, cuando clamó a Dios en su momento de mayor peligro y desesperación, la esperanza llegó para darle una segunda oportunidad.
Bien, Entonces Bienvenido al club!
Declarar “yo Soy Segundo” no es algo natural, tampoco lo es creer en alguien a quien no puedes ver físicamente. Permítenos explicarte.
Vivir Segundo