¿Quieres tener lo que Daniel tiene?
Bien, Entonces Bienvenido al club!
Declarar “Yo Soy Segundo” no es algo natural, tampoco lo es creer en alguien a quien no puedes ver físicamente. Permítenos explicarte.
Vivir SegundoDaniel Sepúlveda aprende humildad al dejar ir su sueño
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Cuando pareció que su sueño había sido suspendido, Daniel Sepúlveda aprendió quién era primero.
Cuando niño, Daniel era lo mejor en todo. Velocidad, coordinación, destreza. Encajaba perfectamente con su sueño de ser estrella en la Liga Nacional de Fútbol. Durante su adolescencia su talento disminuyó. Ya no era la estrella. De hecho, era un atleta sin beca en la Universidad de Baylor.
Perder un sueño puede ser devastador para muchas personas. Daniel batalló esta pérdida. Dependió en su fe, buscó la exhortación de su entrenador, y deseó esforzarse. Daniel cambió de posiciones y alcanzó su sueño al convertirse en el pateador para los Steelers de Pittsburgh. A lo largo del camino ha sufrido lesiones en las rodillas, terapia física, y desafíos. No ha sido fácil, pero él sabe que Dios está en control.
Bien, Entonces Bienvenido al club!
Declarar “Yo Soy Segundo” no es algo natural, tampoco lo es creer en alguien a quien no puedes ver físicamente. Permítenos explicarte.
Vivir Segundo