¿Quieres tener lo que Duche tiene?
Bien, Entonces Bienvenido al club!
Declarar “Yo Soy Segundo” no es algo natural, tampoco lo es creer en alguien a quien no puedes ver físicamente. Permítenos explicarte.
Vivir SegundoDuche Bradley se enfrentaba a 20 años, y ahora tiene una eternidad
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Duche Bradley quería sentirse amado por su padre, y quería amar a su hijo de esa manera. No cumpliría la promesa a su hijo.
Duche creció sin su padre biológico. La ira y la soledad llenaron el vacío. Al crecer, estas emociones le llevaron de hijo desalentado a rufián callejero. Ametralladoras y escopetas, cocaína envuelta en plástico, y nudillos lastimados se convirtieron en el trasfondo para su vida.
Se consolaba al jurarse el que, a pesar de que su padre lo había abandonado, él no abandonaría a su hijo. Nunca. Sin embargo, cuando el traficar drogas se convirtió en una empresa, su estilo de vida lo alcanzó. Una simple detención rutinaria de tráfico se convirtió en una pistola en su cabeza y las manos atadas a su espalda en medio de una autopista. De repente, Duche Bradley se enfrentó a décadas en la prisión y toda una vida lejos de su hijo Bradley.
Bien, Entonces Bienvenido al club!
Declarar “Yo Soy Segundo” no es algo natural, tampoco lo es creer en alguien a quien no puedes ver físicamente. Permítenos explicarte.
Vivir Segundo