Le llamaron el soltero virgen cuando aceptó ser la estrella del con frecuencia escandaloso programa de telerrealidad  “El Soltero” (The Bachelor) manteniendo un raro compromiso con la pureza.

El programa presentaba vestidos reveladores, una habitación que parecía de fantasía, y todas las insinuaciones sexuales que vienen con este tipo de programas de televisión. Su tiempo en el programa hizo de la vida romántica de Sean Lowe el tema más acalorado en el mundo de la farándula. Sin embargo, ¿se puede encontrar el amor en un programa de telerrealidad?  ¿Podía permanecer firme en medio de los rumores sensacionalistas y el escrutinio público? Su historia y lucha hablan de la influencia particular que un hombre de fe puede tener sobre la obsesión de una nación con el amor y el romance?